El Valle del Aragón

Por sendas y valles, entre ríos y laderas, el Valle del Aragón dibuja un fascinante paisaje que esculpe a su paso hermosas panorámicas a las que se unen un amplio repertorio de muestras románicas, pequeños y grandes pueblos llenos de vida, y una multitud de recursos capaces de seducir a cualquiera. El valle, abierto y sincero, ofrece un mágico mundo de sensaciones.

Biello Aragón

La naturaleza y sus caprichos dibujan en el Biello Aragón un lienzo repleto de siluetas y cromatismo. Sus pueblos, desde el más pequeño hasta el más cosmopolita, que los hay, surgen como paradas estáticas en el camino, aquel que un día recorrió el apóstol Santiago. Sus recursos turísticos, capaces donde los haya, su gastronomía sólida y acomodada, y la vida social y cultural que despierta durante todo el año, lo convierten en un valle con una atracción inherente capaz de seducir al caminante, al elitista y a todo aquel que atraviesa sus fronteras.

Jaca, capital dominante, San Juan de la Peña, monumento histórico por excelencia, Astún y Candanchú, epicentros blancos de ocio, Hecho y su gastronomía, Canfranc y la estación que le ha proporcionado grandeza y magnanimidad… atractivos que otorgan a esta parte pirenaica el título de rincón indispensable a la hora de hablar, y planificar, recorridos mágicos.

Un suspiro en cada paso

Valle Del Aragon AFC

La carretera N-330 se adentra en el Valle del Aragón siguiendo paralela el curso del río que divide la comarca que toma el mismo nombre. Tomar esta ruta de acceso puede servir como guía para atravesar los principales puntos y disfrutar en cada momento de la hospitalidad y belleza del valle.

Como punto de referencia ascendente tomamos la ciudad de Jaca, principal centro neurálgico del valle que, en este caso, servirá como inicio de este fascinante viaje. Esta es la vía más obvia, la que suele realizar el turismo masivo, pero también es la más cómoda ya que la carretera conductora está en perfecto estado.

Directamente desde Jaca, la primera parada la haremos en Castiello de Jaca. Este pueblo, declarado conjunto histórico-artístico cuyo origen se cree que fue forjado entorno al castillo del que apenas quedan restos, guarda el tipismo de una clásica localidad de montaña en la que destaca la Iglesia románica del siglo XII y las ermitas de San Bartolomé, La Virgen y Santa Juliana, también del XII. Desde Castiello se puede acceder, como desvío alternativo, al Coto Nacional de Caza de la Garcipollera y a una serie de pistas forestales que recorren todo el valle.

Retomando nuevamente el camino llegamos a Villanúa, punto determinante en el Camino de Santiago. Merece hacer una parada pausada y callejear por el entramado de calles que nos recuerdan tiempos anteriores gracias al esplendor de la fuente de los cuatro caños, los escudos infanzones de casas, los estrechos pasos entre callejones o el ayuntamiento viejo con sus ventanales góticos y su portada. Sin duda, un lugar que ha sabido adaptarse al paso del tiempo con una infraestructura hotelera y de servicios tremendamente amplia.

Y llegamos a Canfranc, primero al pueblo y después a la estación. En este último, además de la estación modernista, embajadora por antonomasia, sobresale el puente romano o la torre de fusilería. En cualquier caso, son dos lugares con una atracción capaz de dejar boquiabierto al viajero más intrépido o al más curioso.

Finalmente, habiendo dejado a un lado Canfranc, la carretera va adquiriendo pendiente y curvas para llegar a Candanchú, uno de los puntos históricos del esquí en nuestro país que, además de invierno, disfruta durante todo el año de una afluencia de público intensa e inquieta. Y a partir de ahí, casi contigua, la estación de Astún, una de las apuestas del deporte blanco en Aragón.

San Juan de la Peña

Valle De Aragon San Juan De La Peña

Muy cerca de Santa Cruz de la Serós, a once kilómetros de Jaca, se alza uno de los paraísos del románico cobijado bajo un enorme macizo: el monasterio de San Juan de la Peña.

El edificio responde a una mezcla de estilos arquitectónicos que, unido al paisaje que lo envuelve, lo confirma como una de las obras más impresionantes de cuantas se erigen en el Pirineo aragonés. La arquitectura, superpuesta en distintos niveles, está cubierta por un extraplomo granítico que lo caracteriza como el monasterio resguardado.

www.monasteriosanjuan.com

Fuerte de Rapitán

El fuerte se alza sobre una colina desde la que se divisa la ciudad de Jaca en todo su esplendor y, por las noches, ofrece una panorámica inmejorable del casco urbano.

El Fuerte de Rapitán, testigo de guerras y reyertas, es una obra de eminente carácter defensivo que hoy ha pasado a ser en el principal salón de la ciudad en el que se suceden las principales recepciones. Además, alberga el Museo de Miniaturas Militares, una de las exposiciones más relevantes del mundo.

Sin duda, merece un desplazamiento justificado a escasos kilómetros de Jaca que puede servir como punto de partida o como último destino de las excursiones que recorren todo el valle.

Cueva de las Güixas

Durante algo más de una hora y media que dura el recorrido el visitante se sumerge en uno de los puntos más espectaculares del Valle del Aragón. Se trata de la gruta en la que se encuentran las Cuevas de las Güixas, situadas en las faldas del pico Collarada, junto a Villanúa.

Allí se ofrece un paseo repleto de recovecos, estalactitas, estalagmitas y chimeneas perfectamente iluminadas. Incluso en la cueva más amplia se ha acondicionado un pequeño escenario en el que todos los veranos se organizan conciertos de música clásica y tradicional. Sin ninguna duda, un mágico espacio muy apropiado para adentrarse en la aventura con toda la familia.

JACA: epicentro del Pirineo

Valle De Aragón Ciudadela Jaca

Mezcla de pasado ilustre y modernidad, la capital del Valle del Aragón es uno de los focos turísticos y culturales más interesantes del Pirineo aragonés. Ofrece miles de posibilidades en las que conviven el arte con el ocio, la historia con la actualidad, y servicios y entorno con un sinfín de alternativas.

Callejear por Jaca no entiende de temporalidad y supone una experiencia inolvidable. Y si no que se lo pregunten a los miles de «ciudadanos de paso» que recorren sus calles los 365 días del año. En muchos de sus rincones se aprecia la versatilidad de esta ciudad ya que los edificios y construcciones históricas se van alternando con anchas avenidas, parques, comercios… La incesante actividad de Jaca no se detiene y posibilita desde un recorrido cultural, hasta una visita gastronómica.

Es uno de esos lugares versátiles que, se mire por donde se mire, nunca deja de sorprender. Por algo será que Jaca, además de destino turístico, ha sido siempre un inquieto punto de referencia en la viva historia de Aragón.

No deje de visitar:

  • Catedral y Museo Diocesano: Monumento clave dentro de todo el románico español ubicado en el centro de la ciudad. Construida a finales del siglo XI, su claustro alberga el Museo Diocesano en el que se exponen pinturas, tablas, retablos y obras de orfebrería. De visita obligada.
  • Ciudadela: Obra única en nuestro país construida según órdenes de Felipe II. La fortaleza, declarada monumento de interés histórico y artístico, y sus alrededores representan uno de los monumentos más destacados de Jaca. Merece una detenida visita.
  • Iglesia del Carmen: Construida en las inmediaciones de la calle Mayor, pertenece al gusto carmelita y está fechada en el siglo XVII. Destaca la portada manierista, las capillas laterales y el altar mayor.
  • Palacio Episcopal: En sus dos plantas se pueden apreciar desde la galería de retratos episcopales, hasta tablas góticas, lienzos y bocetos. La fachada exterior destaca por la galería de balcones de la planta noble.
  • Casa Consistorial: Una de las fachadas más imponentes de Jaca que domina la calle Mayor, principal arteria histórica de la villa. Llama la atención la portada plateresca, las ventanas arquitrabadas superiores de la fachada y, en el interior, el patio renacentista, las mazas de plata y la Sala de Ciento, entre otros.
  • Torre del Reloj: En la plaza del Marqués de la Cadena sobresale esta torre gótica civil también llamada Torre de la Cárcel por haber cumplido este cometido. Fue construida hacia 1.445 y fue residencia del monarca aragonés Ramiro I.

TRAS LOS PASOS DEL APOSTOL SANTIAGO

Valle De Aragon Collarada
El Camino de Santiago es uno de los atractivos de cuantos disfruta esta parte pirenaica. Desde el Somport hasta Puente de la Reina, atravesando Canfranc, Villanúa o Jaca, entre otros, el santo itinerario desemboca en Undués de Lerda hasta adentrarse en tierras navarras.

Recomendaciones para el viajero:

  • La peregrinación requiere una serie de condiciones que ayudarán al caminante a concluir con éxito el camino. En primer lugar, siempre es recomendable tener una buena condición física realizando un entrenamiento previo antes de emprender rumbo. Y no está de más hacerse un chequeo médico para determinar nuestro estado.
  • Una vez en marcha, no hay que olvidar bajo ningún concepto llevar en la mochila un pequeño botiquín que nos pueda servir para poner remedio a pequeños imprevistos. Para males mayores, existen numerosos puestos de Cruz Roja y ambulatorios médicos que velan por la seguridad del caminante.
  • A la hora de pernoctar, dejaremos tal y como estaba nuestro lugar escogido; recoge toda la basura e intenta mantener en perfecto estado las instalaciones para los que vengan mañana.
  • Asegúrate de llevar solo lo indispensable puesto que las etapas son duras y con menos peso mejor.
  • Procura viajar en pequeños grupos para no obstaculizar pasos y senderos y, sobre todo, disfruta de cada paso que des.

Peregrinos de todo el mundo recorren el camino que nació en el siglo IX cuando el obispo señaló el fin del mundo en Finisterre, lugar donde está enterrado el apóstol Santiago. A partir de aquella fecha, surgió una afluencia masiva que tomaba como ruta original calzadas y vías romanas. Y tan solo dos siglos más tarde, en el XI, los reyes Sancho Ramírez y Alfonso VI de Castilla lo dotaron de mayor infraestructura en forma de puentes, hospitales, nuevas calzadas y baños.

Del Somport a Undués

La parte del Camino de Santiago que atraviesa el Valle del Aragón se inicia en el paso del Somport y, a partir de ahí, seguirá paralelo al curso del río del mismo nombre que toma el valle. Una primera parada en esta parte son las ruinas del Hospital de Santa Cristina, construido en el siglo XI y en el que estuvo alojado el monarca aragonés Sancho Ramírez. De ahí se llega hasta Candanchú hasta desembocar en Canfranc, primero estación y luego pueblo. La antigua estación ferroviaria modernista sigue siendo uno de esos lugares encantadores que dejan boquiabierto a cualquiera.

Pero el trayecto continúa rumbo a Villanúa donde merece la pena contemplar las iglesias de San Esteban y la de San Vicente. Más adelante se encuentra Aruej y su pequeña iglesia románica y Castiello de Jaca, nuevo punto de referencia antes de llegar a Jaca. Llegado a este punto, el viajero podrá reponer fuerzas realizando una estancia que divida las distintas etapas de que consta el camino en tierras del alto Aragón.

La principal variante atraviesa San Juan de la Peña, uno de los lugares determinantes en la historia de Aragón, y prosigue hasta Santa Cilia de Jaca y Puente de la Reina. Y como tres últimas paradas, aparecen Artieda, Ruesta y Undués donde existen actualmente, además de vestigios históricos y rincones emblemáticos, tres albergues para peregrinos.

A partir de ahí, a través de Sangüesa, el camino se adentra en tierras navarras y prosigue su trayecto hasta desembocar en las tierras santas del apóstol.

Señalización

La preocupación lógica que invade al peregrino por saber cómo estará señalizado el camino queda totalmente solventada al ver que está perfectamente marcado. No obstante, es imprescindible llevar una guía en la que, detalladamente, se listen todas las pautas a seguir.

Mediante unas flechas amarillas, dispuestas en puentes, árboles y piedras, se guía al viajero además de que en ocasiones aparezcan las marcas clásicas de las GR (línea roja sobre blanca). Pero un buen aliado orientativo es el sol; por la mañana dará en la parte izquierda del cuello, a media mañana en el brazo izquierdo y por la tarde, casi al ponerse, en la cara, también en la izquierda. No hay que olvidar que el camino describe una trayectoria casi perfecta de Este a Oeste.

Dormir en albergues

El valle del Aragón, bien sea por dar cabida a peregrinos y caminantes, o por incrementar su oferta hotelera, dispone de un buen número de albergues y refugios que resultan especialmente indicados para pernoctar con garantías y a precios muy económicos.

www.caminodesantiagoporaragon.com

FIESTAS Y FESTIVALES

El primer viernes de mayo de cada año, Jaca celebra una de sus fiestas costumbristas más populares y esperadas de todo el calendario. Se trata de una festividad que celebra la tradición de un hecho que rememora el triunfo de los grupos cristianos en la batalla de la Victoria (s. VIII) capitaneados por el Conde Aznar. Una jornada declarada de interés turístico que cada año atrae a más curiosos.

Más información en la oficina de turismo de Jaca (Plaza de San Pedro, 11-13)
Teléfono: 974 36 00 98
E-mail: oficinaturismo@aytojaca.es

Si esta fiesta es sinónimo de tradición, el Festival Folklórico de los Pirineos es color y sonido. Y es que danzantes, músicos y artesanos venidos de todo el mundo se reúnen en Jaca para inundar de viveza y júbilo toda la ciudad. Ambiente colorista y multicultural para un encuentro que los años pares se celebra en la localidad francesa de Olorón y los impares en Jaca. Todo el mundo se da cita en este espectacular desfile.

MUCHO MÁS QUE DEPORTE

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Como centro de la cordillera pirenaica a su paso por tierras oscenses, el entorno del Valle del Aragón más que favorecer la práctica de un buen número de deportes al aire libre, posibilita vivir la naturaleza en toda regla. El senderismo por las rutas GR 65 y la GR 11 supone todo un descubrimiento para el aventurero que además puede practicar alta montaña en el pico Anayet, el Collarada o el Aspe, entre otros. También la bicicleta de montaña es otro de los buenos exponentes para atravesar pistas y senderos de diversa dificultad.

Como deportes acuáticos, el barranquismo ofrece numerosas posibilidades. Unos de los más recomendados son el barranco de Canfranc, el de Chiniprés y el de Agüaré. Y, sin duda, el río Aragón representa un magnifico lugar para iniciarse en el piragüismo de aguas bravas. Por último, la pesca en los ibones de alta montaña, además, supone unir esta práctica con el senderismo.

El aeródromo de Santa Cilia sirve como punto de partida de disciplinas aeronáuticas, mientras que el alto de las Blancas hacia Villanúa centra toda la atención de los amantes del parapente. Sin duda un mundo de disfrutes sin límite.

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